Escritos nocturnosQué deliciosa, qué deliciosa es la noche para escribir. Se levantan las palabras de sus tumbas diurnas para comerse el papel sin piedad ninguna. ¡Morded, arrancadle las entrañas a mi folio!
Qué deliciosa, qué deliciosa es la noche para escribir. Se levantan las palabras de sus tumbas diurnas para comerse el papel sin piedad ninguna. ¡Morded, arrancadle las entrañas a mi folio!